MICROPAGOS
Se suele entender por micropago una
transacción, por lo general entre menos de 1€
y los 5€ , para acceder a algún tipo de
contenido, bien sea un artículo en una web, una
canción o el siguiente nivel en un videojuego,
por ejemplo.
Los micropagos, para el consumidor común medio,
se hicieron más conocidos a raíz de la venta
de contenidos en los soportes de Apple, empresa
que entendió enseguida los nuevos modelos
de negocio posibles que se aventuraban en el
mundo digital. Su rechazo al “todo o nada” de
los contenidos y la posibilidad de optar por partes
de lo que antes era un contenido unitario
(por ejemplo, en música, en lugar de comprar
un Long Play o CD se podían comprar canciones
sueltas a $1 de media) supuso una verdadera
revolución en el sector. Esto, llevado al sector
del libro digital, ha obligado en cierto modo a
rediseñar la política de precios por partes o por
capítulos o extensión.
PAGO POR CONSUMO-STREAMING /PAY PER VIEW
Se trata de un sistema de pago en el
que el usuario paga sólo por lo que ve, aunque
fuera del medio audiovisual sería el “Pago por
Consumo”.
el “Pago por Consumo” en realidad es
un modelo íntimamente ligado al de suscripción,
que veremos más adelante con más detalle. Por
lo general, se paga un paquete de suscripción
fija y se puede acceder a otros contenidos individuales
de pago. Algo similar a una tarifa plana
que se activa durante un tiempo establecido o
según la cantidad de veces que se accede a los
contenidos contratados, aunque también hay
ejemplos de pago por visión –sin costo previo ni
tarifa de inicio– de un contenido específico, más
acorde con el nombre del modelo. También se ha llamado “televisión a la carta”,
después “música a la carta”, etc. Canal Plus o
Sky son los ejemplos paradigmáticos de todos
conocidos para la televisión. El streaming, es
decir, la retrasmisión en directo de algún acontecimiento
(partido de fútbol, concierto, etc.) se
popularizó con los eventos deportivos. YouTube
o Dailymotion –dos de las webs más populares
de vídeo– también ofertan servicios similares.
Las conferencias online o eventos educativos o
de formación son también otra manera de ofertar
contenidos en streaming.
SUSCRIPCION
Modelos de suscripción los hay muy conocidos y
en todos los sectores imaginables, off y online. El e-commerce también
ha facilitado la expansión de este modelo que, no
obstante, se hizo popular offline en el mundo de
las publicaciones y que remontó el vuelo online a
través de las compañías de software. Un modelo
que funciona para ser distribuidor, fabricante, en
consultoría y en cualquiera de los servicios, productos
y contenidos posibles a ofrecer. Una de las ventajas de este modelo es la posibilidad
de trabajar con una base de clientes fija en
un tiempo concreto (semanal, mensual, anual) y por tanto, contar con un flujo de ingresos también
fijos, es decir, positivo, ya que los suscriptores
pagan por adelantado. En un auténtico pago
por consumo no sería exactamente así. Además,
para la planificación del negocio este sistema
ofrece una visión más clara de las necesidades
reales del mismo.
FREEMIUM-PREMIUM
Freemium es un modelo de negocio. La palabra
procede de la fusión de las palabras “Free” y
“Premium”. Ese juego de palabras, muy inglés,
al pasarlo al español suena algo peor, algo así
como “Gratis-Pago”. El término fue acuñado por
Fred Wilson. Los modelos de negocio Freemium
llevan años funcionando en la Red. Después de
Wilson, uno de sus más aclamados defensores
fue Chris Anderson. Este modelo consiste en
ofrecer algún producto o contenido de manera
gratuita mientras que para tener acceso a otra
parte de los contenidos hay que pagar: el servicio
llamado Premium. En ocasiones, este tipo de
modelo incluye publicidad o marketing agregado
a dichos contenidos, esperando que este tipo de
ingresos sustenten el negocio junto a los consumidores
Premium, a los que se tarda un tiempo
en convencer.
El Freemium como modelo de negocio se originó
básicamente en los servicios de software. Otra
combinación frecuente es la de añadir publicidad
en el modelo Freemium y que el usuario Premium
no se vea obligado a verla o escucharla.
Son los casos de Spotify o 24Symbols. En los
juegos también se combina con los micropagos,
permitiendo una versión básica de pago para después tener que pagar si se quiere pasar a
diferentes fases o escenarios, por ejemplo (sería
también el modelo “Pay in App”).
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