Definido de una forma muy amplia e ideal, comercio electrónico o E-commerce es una moderna
metodología que da respuesta a varias necesidades de empresas y consumidores, como reducir
costes, mejorar la calidad de productos y servicios, acortar el tiempo de entrega o mejorar la
comunicación con el cliente. Más típicamente se suele aplicar a la compra y venta de
información, productos y servicios a través de redes de ordenadores. En los últimos tiempos el
termino se presenta siempre como invariablemente ligado al desarrollo de Internet, se dice que
la mensajería electronica o e-mail fue el primer incentivo para que Internet se convirtiese en una
herramienta habitual en la vida de mucha gente, y que el comercio electrónico podría ser ese
segundo gran empujón que la red necesita para que su uso se convierta de verdad en algo
general y cotidiano.
Tomando de la definición el primer término, se habla de la compra y venta de información,
productos y servicios. Esa primera clasificación podria resultar un tanto artificial: ¿no es acaso la
información un producto o servicio como tantos otros? La distinción, en este caso, es debida al
canal. El comercio electrónico es “completo”, o cubre todos sus estadíos, cuando un producto
puede ser localizado, comparado, pagado y obtenido a través de un medio electrónico como
Internet, pongamos por caso Amazon y su servicio de entrega Prime demuestra un cambio de costumbres entre los consumidores estadounidenses que acorrala más y más a las minoristas de ladrillo y mortero, como se tilda por estos lares a las compañías convencionales del sector.
Este cambio en la forma de consumir ha propiciado la proliferación de plataformas de comercio electrónico por parte de empresas que ven en este mercado una oportunidad de negocio. Esta entrada masiva no afecta solamente a los comercios retail que no se adapten a las nuevas tecnologías, sino también a los propios e-Commerces “nacidos” de una buena transformación. Nos afecta a todos, tanto a nivel de competencia como a nivel económico, si tenemos en cuenta que la entrada de grandes players internacionales en el mundo digital fomenta un movimiento de capital poco favorable, sobre todo si no somos capaces de contrarrestar la actividad de estos gigantes con la creación de comercios electrónicos competitivos.
Por este motivo J.C Penney anunciaba a finales de febrero que cerrará entre 130 y 140 tiendas, Sears Holdings, matriz de Kmart, informaba un mes antes sobre su intención de eliminar un total de 150 establecimientos no rentables, Macy´s añadía en los primeros compases de 2017 otros 68 cierres a las lista de 100 anunciada en agosto del año pasado mientras Abercrombie & Fitch hacía lo propio con aproximadamente 60 de sus tiendas.
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